El proceso de diseño para la creación de esta clínica dental en particular se basó en el análisis de la imagen preconcebida que molesta al paciente cuando piensa en un espacio para la atención dental.
A partir de esta premisa, traté de crear un sentido de gran “apertura” y libertad de espacio. El corredor de acceso tiene como único límite visual un conjunto de listones de madera natural muy en bruto, que se adelgazan entre ellos, lo que permite vislumbrar el área de espera. Desde el piso insinuando los movimientos de los que trabajan en el interior. La iluminación en las áreas públicas está oculta, es indirecta e “insinuante”, mientras que se usaron dispositivos de iluminación técnicos en las áreas de operación.
En el exterior, se destaca el “filtro” de la fachada, una “vela” metálica lacada y pulida que coloca una huella “artística” en el paisaje urbano circundante.