Defino mi enfoque de “Selección de Estilo” porque cada proyecto, cada espacio, es el resultado de una forma definida de interpretación personal.
Aunque mis obras difieren en términos de estética y funcionalidad, cada una transmite las mismas vibraciones y emociones de quien lo vive.
La fase de diseño de cualquier objeto o espacio evoluciona de acuerdo con intuiciones precisas y métodos creativos: la precepción inmediata del corte del espacio que nace en el primer borrador del proyecto, el estudio de la luz cuyo efecto define y enriquece formas y volúmenes, la investigación de materiales que apoyan el lenguaje formal y no menos importante, la necesidad “imperiosa” de inculcar el significado y carácter de trabajo, sentirlos y poder transmitirlos.
En el estudio de Milán, artistas y escritores, en armonía con el personal profesional, contribuyen de igual medida con el desarrollo de conceptos arquitectónicos bajo la guía de Fernando Mosca. El estudio adopta con sus colaboradores un enfoque que no pretende ser dogmático sino proactivo, basado en el desarrollo de ideas innovadoras, la búsqueda de nuevas soluciones estructurales, el uso y la investigacion de nuevos materiales tecnológicos.